Plan estratégico Pymes

¿Gestión estratégica en Pymes? Desde luego que sí.

Todos los días leemos, vemos, escuchamos y percibimos en nuestra propia Pyme las consecuencias de la crisis económica en la que estamos inmersos. Tenemos problemas con las ventas, con los márgenes comerciales, con la gestión de proveedores, con las disponibilidades de tesorería, etc. Podemos alargar esta lista hasta personalizarla para cada empresa, pero la gran mayoría, nos encontramos con que la resolución de estas cuestiones no nos deja tiempo para análisis estratégicos, cosa que parece más propia de grandes corporaciones y empresas que de nuestras pequeñas Pymes.

Nada más alejado de la realidad. La dirección estratégica también forma parte de la gestión de las Pymes.  Un buen plan estratégico no debe ser un objetivo que nos marquemos en nuestra gestión; más bien debe ser el resultado de una reflexión previa, que defina lo que somos y a dónde queremos llegar. Todo ello con un enfoque sencillo, útil y concreto, huyendo de grandes informes y formulaciones, en los que prima la forma en detrimento de lo sustancial.

Queremos un plan que nos sirva para mejorar, no para que duerma en nuestro armario.

Para lograr un plan estratégico ajustado a nuestras necesidades y que nos resulte de utilidad, deberemos incorporar en la reflexión al personal de la empresa. Cuanto mayor sea la participación de las personas que integran la organización, mayor será su compromiso y, por tanto, tendremos más posibilidades de tener un informe real,  un informe que sirva de verdad a nuestros propósitos, un plan que tendrá éxito.

Sin participación no hay compromiso

Nuestro plan estratégico será la consecuencia de una reflexión previa en la que formularemos las preguntas que nos sirvan, primero para definirnos y, en un segundo lugar, para trazar el rumbo:

• Qué somos.
• Quienes somos.
• A donde queremos llegar.
• Cual es nuestras VISION de nosotros mismos.
• Cual es nuestra MISION, cómo nos gustaría ser reconocidos en el futuro.
• Cuales son los aspectos fundamentales que nos llevarán a lograr nuestros objetivos.
• Qué acciones pondré en marcha para cumplir con lo que nos hemos propuesto.
• Cómo sabré que estamos en el camino que hemos decidido seguir.

Estructuraremos estas cuestiones, de manera ordenada, en dos momentos:

En primer lugar, vamos a centrar el capítulo de las definiciones en tres elementos, que serán la “foto” de nuestra empresa, de manera que en ellas nos encontremos reflejados en los aspectos fundamentales:

• Análisis DAFO
• MISION
• VISION

En un segundo momento, y como consecuencia de las conclusiones a las que hemos llegado en el capítulo de las definiciones, desarrollaremos dos aspectos:

• Factores críticos de éxito
• Plan de acción

Vamos con ello.

Análisis DAFO:

Se trata de una herramienta muy útil para identificar aquellos aspectos en los que somos buenos y aquellos otros que debemos mejorar, tanto en nuestra organización interna, como en los aspectos externos.

	Aspectos internos	Aspectos externos
Aspectos negativos	DEBILIDADES	AMENAZAS
Aspectos positivos	FORTALEZAS	OPORTUNIDADES

Señalaremos, de manera pormenorizada, para cada uno de los cuatro aspectos, las cuestiones que mejor nos definan.

Misión:

Es un enunciado básico, en el que reflejaremos lo que somos, en que sector desarrollamos nuestra actividad,  que tipo de productos y/o servicios son clave en nuestra oferta comercial, cuales son los ejes fundamentales de nuestra aportación de valor, cual es nuestra especialización, cual es nuestro mercado, cual es nuestro tipo de Cliente y en que zona geográfica actuamos.

Todo aquello que señalemos en nuestra misión es lo que nos define.

Visión:

En este punto, nos debemos trasladarnos al futuro, y pensar cómo nos gustaría que nos vieran, cómo queremos ser reconocidos en nuestro sector y mercado, qué queremos obtener con el fruto de nuestro trabajo,

Todo aquello que señalemos en nuestra visión es lo que pretendemos conseguir.

Factores críticos de éxito:

La información obtenida en el análisis DAFO nos señala los factores fundamentales que deberemos tener en cuenta en nuestro plan de acción para aprovechar los aspectos positivos que tenemos y para subsanar aquellos aspectos negativos que debemos mejorar, todo ello, alineado y en concordancia con los enunciados de la misión y la visión.

Plan de acción:

Finalmente, debemos trasladar a nuestra realidad diaria las conclusiones que hemos alcanzado a lo largo del proceso de reflexión estratégica, y lo hacemos elaborando un Plan de Acción.

Es importante ajustar el diseño y ejecución del plan a nuestra realidad profesional, para que pueda ser integrado en las tareas diarias, de manera que no lo terminemos abandonándolo por “falta de tiempo”.

Definiremos las acciones concretas que nos llevarán a lograr los objetivos, objetivos que deberán estar alineados, lógicamente, con nuestra misión, visión y con los factores críticos de éxito, ya detallados.

Para cada aspecto del plan de acción, realizaremos una plantilla, que nos servirá como guion, y que contendrá los siguientes apartados:

Objetivos

Acciones

Indicadores

Fechas

Finalmente, quiero comunicaros que, en mi próxima entrada a este blog, aportaré un ejemplo de aplicación de plan estratégico a una empresa ficticia, como ejemplo ilustrativo y espero que de fácil comprensión de los aspectos que he desarrollado en el presente post.

Nada mejor que un buen ejemplo para ilustrar el tema.

Por supuesto, cualquier comentario que vaya dirigido a enriquecer el contenido de las ideas que os he aportado, será bienvenido. Os animo a hacerlo.

Hasta la próxima ocasión.